miércoles, 14 de marzo de 2012

LA HISTORIA DEL HOMBRE DE HOJALATA

No se si conocerán al Hombre de hojalata, personaje de " El mago de Oz ", que es un libro de literatura infantil escrito por Lyman Frank Baum en 1,900 aquí les dejo su historia

LA HISTORIA DEL HOMBRE DE HOJALATA

" Así, mientras caminaban a través del bosque, el Hombre de Hojalata les contó la siguiente historia:
Yo era hijo de un leñador que talaba árboles en el bosque y vendía la leña para vivir. Cuando crecí, yo también me hice leñador, y tras la muerte de mi padre me encargué de mi anciana madre hasta su muerte. Entonces decidí que en vez de vivir sin nadie, me casaría, y así no podría sentirme solo.
Había una chica de entre todas que era la mas hermosa, tan hermosa que pronto tuve que amarla con todo mi corazón. Ella, por su parte, prometió casarse conmigo tan pronto como pudiese ganar dinero suficiente para construir una casa mejor para ella. Pero la chica vivía con una vieja mujer que no quería que se casase con nadie, ya que era tan vaga que quería que la chica cocinara e hiciera todas las tareas de la casa para ella. Así que la vieja mujer acudió a la Malvada Bruja del Este y prometió que le daría dos ovejas y una vaca si ésta era capaz de impedir el matrimonio.
Entonces, la Malvada Bruja del Este, encantó mi Hacha y mientras cortaba leña en el bosque en uno de mis mejores días, porque estaba ansioso por conseguir la nueva casa y casarme lo más pronto posible, el hacha se me resbaló y me cortó de un tajo la pierna izquierda.
Esto me pareció una gran desgracia, porque sabía que un leñador cojo no podría hacer muy bien su trabajo. Así que fui a un Hojalatero y le hice construirme una pierna de Hojalata. La pierna funcionó perfectamente cuando me acostumbré a ella; Pero mi acción enfadó a la Bruja, que había prometido a la anciana cancelar aquél matrimonio con la preciosa joven. Cuando empecé de nuevo a talar árboles, mi hacha resbaló una vez más y me cortó la pierna derecha. Así que fui al hojalatero, y me construyó una pierna derecha toda de hojalata.
Después, mi hacha encantada me cortó los brazos, uno tras otro, pero sin desalentarme, los reemplacé por unos nuevos brazos de hojalata. La Malvada Bruja entonces hizo que mi hacha resbalase y me cortara la cabeza, y al principio, pensé que era mi final. Pero el hojalatero pasó por allí y me hizo una cabeza nueva de hojalata.
Pensé que había vencido a la Bruja y me puse a trabajar más duramente que nunca, pero cuán poco sabía sobre lo cruel que podía ser la Bruja... Pensó una nueva forma de acabar con mi amor por la preciosa joven, e hizo resbalar mi hacha una vez más, de forma que mi cuerpo fue partido por la mitad en dos mitades. El hojalatero pasó por allí, y una vez más, me hizo un cuerpo de hojalata, al que ancló mis brazos y mis piernas con estas uniones, para así poder moverme mejor que nunca. Pero,  no tenía corazón, así que perdí  todo mi amor por la doncella y no me importó si me casaba o no. Supongo que la chica seguirá viviendo con la mujer vieja, esperando que vaya a por ella.
Mi cuerpo brillaba de tal forma con la luz del sol que me sentí muy orgulloso de ello, y no me importaba si se me resbalaba el hacha, porque no podía cortarme. Sólo existía un problema, que mis junturas se oxidaran. Por eso guardaba una lata de aceite en mi chamizo y tenía cuidado de lubricar mis uniones siempre que lo necesitase. De todos modos, un día olvidé de hacerlo y me sorprendió una tormenta antes incluso de pensar que podía oxidarme, y así me oxidé y me quedé de pie entre los árboles del bosque hasta que me encontráron y vinieron a ayudarme. Fue un suplicio insoportable, pero durante el año que estuve allí tuve tiempo para pensar acerca de la gran pérdida que había conocido al no tener corazón. Porque mientras estaba enamorado yo era el hombre más feliz de la tierra, pero nadie puede amar a alguien que no tiene corazón, y por eso estoy decidido a pedirle al Gran Oz que me dé uno. Y si lo hace, volveré a por aquella doncella y me casaré con ella.
Dorothy y el Espantapájaros habían estado muy interesados en la historia del Hombre de Hojalata y ahora ya comprendían por qué estaba tan ansioso por conseguir un corazón nuevo.
No obstante, dijo el Espantapájaros, yo pediré que me dé un cerebro en vez de un corazón, porque un tonto no sabría qué hacer con un corazón aunque lo tuviera.
Yo pediré el corazón, contestó el Hombre de Hojalata, porque ser inteligente no te hace feliz, y la felicidad es la mejor cosa del mundo."

Bienaventurados los que no tienen corazón,pues no conocen lo que es el amor o sufrir por el, hasta pronto.

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