" Había una vez un gusano que se enamoro perdidamente de una flor, pero aunque su amor era inmenso no se animaba a confesarle a la flor de sus sentimientos hacia ella, ni mucho menos pedirle que fuera su pareja, así que pensó que si pudiera darle un beso, un único beso, seria feliz, es por eso que se aboco a la tarea de llegar hacia ella para poder darle ese beso tan añorado y deseado así que al despuntar el día empezó a trepar por su tallo pero al anochecer solo había avanzado unos escasos 10 centímetros y teniendo en cuenta que el tallo de la flor era de mas de un metro se dio cuenta que le quedaba mucho camino aun por recorrer, el gusano pensó en dormir aferrado a la flor en el punto donde se quedo para así poder retomar la tarea al día siguiente, lamentablemente mientras dormía el cuerpo aceitoso y escurridizo del gusano hizo que este se deslizara hasta el comienzo del tallo, día a día el gusano trataba de redoblar esfuerzos y aferrarse mas al tallo de la flor pero de nada servía ya que siempre despertaba en la base de la flor y noche a noche el gusano soñaba con ese beso, hasta que una noche sus sueños tomaron forma de alas y así al despertar el gusano convertido ya en mariposa pudo volar hasta la flor y poder obtener lo que mas deseaba. "
Hasta pronto.
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