como un borracho se pega a un buen vino,
me embriago con ellos a tal punto que me he hecho dependiente,
¡muy dependiente!
no quiero dejarlos,
soy como un adicto que no quiere dejar su heroína.
Mas aun ahora que las noches ya no son un problema.
Ahora, el sumergirme en sueños,
lo puedo conseguir con tanta naturalidad
como lavarme los dientes en la mañana.
y esto aunque en un momento fue un alivio
ahora presenta un problema,
pues que son los sueños, si no
pequeñas ventanas a los recuerdos,
y el salir de los recuerdos no es tan sencillo
como salir de un sueño.
Ya que para salir de un sueño
solo necesito despertar."
Hasta pronto.
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