viernes, 18 de enero de 2013

EL CIELO Y LAS ESTRELLAS


CIELO

Cielo se define a menudo como el espacio en el que se mueven los astros y por efecto visual parece rodear la Tierra. En astronomía, cielo es sinónimo de esfera celeste: una bóveda imaginaria sobre la cual se distribuyen el Sol, las estrellas, los planetas y la Luna. La esfera celeste se divide en regiones denominadas constelaciones.
En mitología, entre los romanos, nombre latino del dios Urano y de las deidades preolímpicas.
En meteorología el término cielo hace referencia a la zona gaseosa más densa de la atmósfera de un planeta.
El color del cielo es resultado de la radiación difusa, interacción de la luz solar con la atmósfera. En un día de sol el cielo de nuestro planeta se ve generalmente celeste. El color varía entre el naranja y rojo durante el amanecer y al atardecer. Cuando llega la noche el color pasa a ser un azul muy oscuro, casi negro. Durante el día el sol se puede ver en el cielo, a menos que esté oculto por las nubes. Durante la noche (y en cierto grado durante el día) la Luna, las estrellas y, en ocasiones, algunos planetas vecinos son visibles en el cielo.
Algunos de los fenómenos naturales vistos en el cielo son las nubes, el arco iris y la aurora. El relámpago se puede ver en el cielo durante las tormentas eléctricas. Como resultado de actividades humanas, la niebla se ve a menudo sobre ciudades grandes durante las primeras horas del día.

ESTRELLA

En sentido general, una estrella es todo objeto astronómico que brilla con luz propia; mientras que en términos más técnicos y precisos podría decirse que se trata de una esfera de plasma que mantiene su forma gracias a un equilibrio hidrostático de fuerzas. El equilibrio se produce esencialmente entre la fuerza de gravedad, que empuja la materia hacia el centro de la estrella, y la presión que ejerce el plasma hacia fuera, que, tal como sucede en un gas, tiende a expandirlo. La presión hacia fuera depende de la temperatura, que en un caso típico como el del Sol se mantiene con la energía producida en el interior de la estrella. Este equilibrio seguirá esencialmente igual en la medida de que la estrella mantenga el mismo ritmo de producción energética. Sin embargo, como se explica más adelante, este ritmo cambia a lo largo del tiempo, generando variaciones en las propiedades físicas globales del astro que constituyen la evolución de la estrella.

Hasta pronto.

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