Hubo un tiempo en que el ser superior Mulukú, se propuso hacer brotar de la tierra misma a la primera pareja de la que todos descendemos, Mulukú, que dominaba el oficio de la siembra o mejor dicho era el sembrador por excelencia hizo dos agujeros en el suelo, de uno surgió una mujer y del otro surgió un hombre, ambos gozaban de la simpatía y el cariño de su hacedor y por lo mismo decidió enseñarles todo lo relativo a la tierra y su cultivo, les dio además, herramientas para cavar y mullir el suelo, para cortar o podar árboles secos y para clavar estacas, puso en sus manos semillas para sembrar en la tierra y les mostró la manera de vivir por sí mismos sin dependencia alguna de otra criatura, sin embargo, cuenta la leyenda que la primera pareja de nuestra especie desatendió todos los consejos que la deidad les había dado y que por lo mismo abandonaron las tierras, las cuales terminaron convirtiéndose en eriales y campos yermos y fue de esta manera que la primera pareja consumó su desobediencia por lo que su hacedor los convirtió en monos, el mito relata que Mulukú montó en cólera y arrancó la cola de los monos para ponérsela a los humanos. Al mismo tiempo ordenó a los monos que fueran humanos y a los humanos que fueran monos, depositó en los monos su confianza, mientras que se la retiraba a los humanos, y les dijo a los monos: "Sed humanos". Y a los humanos: "Sed monos".
Que les parecio este mito africano, su idea de la creacion del hombre es bastante similar a la catolica solo que sin manzanas (jajaja).
Hasta pronto.
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